"A veces..., cuando habla del ser, se sitúa él y todo lo que no es él, el Ser y el Universo, Él y el Universo, cara a cara, frente a frente y la razón, en ese contagiado afán, la adapta a eso; luego gritará...".
LA INTOLERANCA QUE IMPONE. Ni todos los premios "Nobel" de los últimos cinco años juntos han aportado más racionalidad que la que yo he aportado; pero todo es un negocio de truculentos intereses que, cuanto más de esos sucios intereses se simpaticen o se defiendan, más segura se tiene la premiación indigna de mentiras, de indudable irracionalidad pasada por racionalidad.
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?