martes, 16 de agosto de 2011

LAS COSAS ACTÚAN DE UNA FORMA SOLO E INTEGRAN ESE CONTEXTO EN DONDE ACTUÁN


Las cosas sobrellevan unos principios, unas interacciones y un desarrollo. Son porque se ha permitido que sean. No son fijas porque en el fijismo no se determina ser algo -que conlleva movimiento o cambio-, por ello el fijismo es imposible, no existe. Lo que existe es porque integra algo, consiste en algo y porque actúa en algo, sucede, ocurre: es un hecho.

Algo "que es un modo de actuar" no está libre de su existencia particular, no es "para sí solo", no es fijeza privilegiada que sustenta un neto "para sí", ni sustenta aún menos "un nada". Las cosas son existencias "comoquiera que sean" interactuando, en las formas que sean, unas u otras, o sea, rigen maneras de existir, combinaciones posibles; y no pueden prescindir nunca de ellas, puesto que de ellas resultan o son consecuencia.

Nada se transforma en una forma desde y con la nada, sino desde y con "algo ya existido"; por lo tanto, permanecen esencias de ese "algo existido" (procedencias), es decir, siguen existiendo -de otras formas en sus permanentes esencias-. Y esas formas determinan o sustentan la acción, desde luego, la existencia, el ser que actúa en un presente; porque un ser no puede existir sin actuar en su forma última: la existencia es presencia(1), actuación.

Ahora bien, aparte, el ser humano mide formas, pero no mide esencias -éstas no se pueden medir pues muchas son leyes mismas, principios irreductibles-. Sí, "todo fluye", pero es siempre "algo", al fin y al cabo, lo que fluye -quiero decir, el todo es también "algo", que el ser humano para su comprensión lo divide en "algos"-.

Bien, el ser humano opina sobre las formas que hay, las decide para construir convenientemente más cosas "con las mismas materias primas de la realidad", las aprueba y las desaprueba -las excluye- ; por eso dice que son "variables" -pues las son- y "manipulables" porque las manipula él mismo en emociones con respecto a unas capacidades concretas, a lo que salga. Esto es, él es un integrante de la realidad y también -¿cómo no?- interactúa para posibilitar unas formas. Sintetiza "su modo" como lo hace una planta con la luz del Sol por ejemplo o, más ampliamente, del entorno.

Sí, "todo pasa", pero siempre a través de un camino del medio que existe, eso, de una forma; y un "algo" pasa y pasa en sucesivas formas que se derivan unas de otras. Cada una de ellas es asimismo posibilidad y, por haber sido ya posibilidad, existe ya como posibilidad o capacidad misma de la realidad. Más aún: la realidad no excluye nada que exista, ninguno de sus elementos y ninguna de sus formas, por eso ninguno de ellos es prescindible, sino absolutamente imprescindibles, así es, que no se pueden restringir, que no se pueden... negar; porque irremediablemente intestan -o median- como la base del todo.

No están para los caprichos de la negación; y no puede salir cualquier asno por ahí negando lo que le parece y vendiendo, con muchos recursos públicos, que a él le sigan, que sigan a la negación, sí, a ver qué pasa.


(Cualquier cosa sólo puede ser una forma que precedentemente le ha hecho, no dos ni tres -por ejemplo, el ser humano no puede actuar como ser humano y como perro-; pues bien, eso ya es una condición definitoria, de la cual siempre depende.)

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