La locura nunca fue individual -un ser humano viviendo apartado en una isla jamás está loco, pues para la naturaleza no le es ajeno otro comportamiento derivado de ella o "natural"-, sino es social, ya en contraste a comportamientos sociales.
Los poderes fácticos son responsables de alimentar "lo que no existe".
Los poderes fácticos son responsables de alimentar "lo que no existe".