jueves, 5 de noviembre de 2009

DE LA CRISIS

El mundo está en crisis porque HAY UNA RECESIÓN (nunca una desaceleración, sino un real retroceso en las actividades económicas mundiales). Y no hay aquí fórmulas mágicas, ni siquiera "ánimos especiales" para evitar que unos cuantos años más arrastren los efectos de esta global crisis.
Por error, hay algunos que "creen" que, cuanto más se hable de crisis, más crisis tendremos; y no es así.

Veamos, toda economía, de cualquier país, esté o no esté en crisis, se basa únicamente en una imprescindible -y creciente si ha de progresar- ESTABILIDAD DEL TRABAJO que, realmente, desencadena o produce CONSUMO; y éste consumo -además de ser el mínimo o el de supervivencia o el que no se puede evitar diariamente- es el que, como sólo producto del trabajo, favorece la INVERSIÓN.

Esquemáticamente sería:

TRABAJO - CONSUMO (consumo de supervivencia + consumo de inversión)

Por lo que siempre determina una crisis un consumo no consecuente con las actividades de un trabajo o de una producción; sí, es éste un "consumo ficticio", incoherente -el que se ha hecho-, de inversiones especulativas, sin expectativas a largo plazo: sólo oportunista para enriquecer rápidamente a unos cuantos. Y es el que... crea la DEUDA.
Es decir, aquí "se cree" o "se hace creer" que el TRABAJO cubrirá o indemnizará un gasto excesivo (siendo sólo "una creencia" que globalmente sugestiona al MERCADO para favorecer oportunidades del enriquecimiento de unos especuladores; claro, con la "vista gorda" de unos gobiernos y de los que supuestamente controlan el mercado).

Así, ningún economista ha de obsesionarse con abusar de esa fibra sensible del CONSUMO; puesto que debe ser consecuente por obligado con una necesaria ESTABILIDAD DEL TRABAJO que racionalmente lo respalde. De lo contrario, ahí está el mayor riesgo, el de la deuda, como una tela de araña que envolverá a todas las expectativas económicas; incluso puede menoscabar hasta el "consumo de supervivencia" de todos los seres humanos (por cuanto que es el mínimo o ése que no se puede prescindir: ése que igualmente puede dejar a muchos en largo tiempo sin mera posibilidad de invertir en... algo y, asimismo, de crear o de crearse trabajo).
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¿Medidas ante la crisis?
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Pues muchas, nunca el hacer pocas.
Algunas: Nunca el subir los impuestos a la mayoría (que puede desahuciar a los más pobres que ya han perdido demasiado), el crear incentivos (tanto de subvenciones como de ventajas fiscales) a todas las empresas por dar un empleo nuevo (pues se debe defender más bien no que una empresa se enriquezca, sino que tenga sobre todo una finalidad laboral), congelar en lo posible el sueldo de los funcionarios (porque su sueldo subió conforme a una oferta frente a una mayor demanda de productos, en una riqueza, con su concreta inflación -o "devaluación"- monetaria que ya no existe), una tasa global a las transacciones financieras y el crear una financiación del gobierno, para todo eso, limpia y prioritaria (eliminando muchos gastos que son innecesarios).
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Advierto que el "modelo alemán", en el cual el gobierno subsidia media jornada al trabajador, requiere un país sin muchos desempleados -porque esos desempleados seguirán desempleados al no haber nuevas empresas o inversiones- y un gobierno sin defícit o "solvente" -para eso, para esa medida- que lo que bien quiere, como resultado o como finalidad -también de esa medida-, es el que no hayan, sobre todo, despidos.