miércoles, 14 de octubre de 2015

Todo debe pasar por la duda (al ser ésta un instrumento racional), al igual que todo debe pasar por la reflexión, por la autocrítica, por la no contradicción, por la referencia real (o sea. no aplicar referencias irreales) y por la conclusión coherente.
Pero que se aplique la duda no significa abusar de la duda, del mismo modo que un aplicar la autocrítica no significa abusar de la autocrítica (viéndote errores que no los hay o son superficiales o irrelevantes)

La aplicación de los instrumentos racionales ha de ser proporcionales a lo que tratan
Foto de Citas que invitan a pensar.

lunes, 12 de octubre de 2015

Los mendrugos o descerebrados o sinvergüenzas crónicos ¡no se enteran! (o utilizan el no enterarse para pudrirlo todo):
La razón es lo que es únicamente la razón (o sea, la cosa X solo será razón si es solo razón)

Jamás de los jamases la ciencia (u otra institución) es la razón, sino es una cosa (la mayoría de las veces intolerante, sí, con Galileo, con Tesla, etc), una agrupación más o menos semicerrada o proalineada, una institución (que favorece al poder casi siempre, sí, la historia lo demuestra) que pretende ... usar la razón como otras dignas agrupaciones o personas también lo hacen, sin discriminar en dignidad.

Eso está muy bonito, sí, pero hay que aclarar (en honor a la verdad) que razón es lo que es únicamente la razón (o sea, la cosa X solo será razón si es solo razón) la diga quien la diga,
y esto guste o no guste, sea políticamente correcto o no, sea bonito o no, insulte o baile, sea esto agradable o visto vestido en minifalda (ya que es todo esto último un añadido ornamental o subjetivo)

sábado, 22 de agosto de 2015

¿QUÉ ES INJUSTICIA?



Todos los "valores éticos" tienen sus esenciales raíces en lo racional; por ello, para tener claro y aplicar correctamente un "valor ético", hay que empezar y seguir una coherencia racional. Exacto, lo justo -en sociedad- es una convivencia sin daños -equilibrada- porque, en precisión responsable, se valoran en dignidad a las personas y a sus acciones en su no contener sinrazones.


Así es, puesto que las acciones humanas se deciden en "valoraciones" -que es juzgar las cosas- y, tales, han de ser lúcidas y sensatas -nunca confusas o interesadas-; si no, causarán daños: consecuencias inevitables al "mal valorar" o al "no reconocer".

(Entonces, la injusticia es un odio o rechazo al que demuestra razón, sí, un irresponsable "mal valorar" en confusiones, en enloquecimiento, en prejuicios, en sobreprotecciones de intereses dominantes y de lo mediático, en indiferencias porque... se da de lado "a todo lo que contruye o hace distinguir o desenturbia o desprotege las sinrazones
-a lo racional- en demostraciones.)

jueves, 23 de julio de 2015

PRIMERA TÁCTICA DE LAS MENTES LLENAS DE CONFUSIONES, INTERESADAS Y DESTRUCTIVAS:  
EL NEGACIONISMO.

Si no puedes con la paz (para que se salgan con la suya tus intereses o tu rollo retorcido de ego), pues niega sus reglas; ya que solo sus reglas racionales, las características, condiciones y fines-desarrollos que la hacen funcionar, únicamente la sustentan.

Si no puedes con la justicia, pues niega, borra, censura o silencia -por los medios en los cuales te arrastras- sus reglas para que así tú instales tu dictar cerebral de mentiras, de caprichos y de intereses propios.

Si no puedes con la realidad - la cual en evidencia dice que eres un corrupto intelectual lleno de mierda destructiva-, pues  niega la realidad -¡qué sencillo!-, dí que no hay realidad -a tu puerca conveniencia- o que la realidad no existe y ¡ya está!, que lo que existe es tu central buenismo o tu manicomio cerebral enturbiándolo todo. 


Si Galileo demuestra claramente -con las reglas racionales- que la Tierra se mueve, pues él tiene razón -a reconocimiento ético o limpio-. Pero tú ya si quieres tu manicomio y no eso -o sea, si eso no te gusta y tú quieres exterminarlo-, !pues niégalo pronto!; más aún, niega la razón misma, niega el mundo, niega que la razón no la tiene Galileo ni nadie (y al no tenerla nadie, ¡ya está asesinada y escupida y bien enterrada, hacia el todo vale irracional), dí a su vez - a cabezón total- que la realidad es una salchilla o una zanahoria, dí más, dí más confusión y destructividad, ¡mata más o mátalo todo!

martes, 12 de mayo de 2015

LA RACIONALIDAD PRIVADA

Muchos intelectuales escogen de la racionalidad lo que les conviene, como si quisieran tener para uso o comprensión personal una propia Ley de Gravedad por ejemplo. Sencillamente porque cuando hay que afrontar todas las razones -o toda la extensión racional de algo- no les interesa y, así, van a la evasiva, haciéndose de los que cambian de tema o de terreno racional al menor descuido. A juego sucio y a depravación (como si tú pagaras impuestos y el alcalde no, como si a uno de tus hijos les das toda dignidad y a otro le niegas el pan, o sea, ya no le aplicas las reglas de la dignidad sino "otras oscuras reglas").


Por orgullo recurren a otras reglas suyas e imaginadas, o no aceptan lo que hay y argumentar... ¡ni pensarlo!, no les gusta
"Este es un desastre relativo" dice uno; pero ¿es o no es? Pues, si hay alguna desgracia con respecto a los seres humanos o con respecto a la naturaleza -a un resultado-, es un desastre. Lo que ocurre es que hay que explicarlo, demostrarlo, aportar pruebas o argumentaciones coherentes. Huir hacia es "relativo" o "oculto" es muy fácil, demasiado fácil para que, luego, se presuma de algo de inteligencia.
"Esto es relativo con respecto a nosotros" dice otro; pero, claramente, algo no puede ser relativo con respecto a unos ni a otros ni a nada, sino es con respecto siempre a un resultado, porque no se ha demostrado que algo sea relativo y además que, si lo fuera, lo sería para todos -ya que no existe un código secreto o divino para unos pocos o privilegiados-. Además, un sentimiento tuyo lo sería con respecto a otro tuyo y se formaría un manicomio. Otra cosa es decir que algo es subjetivo y ya subjetivo lo será, eso, para todos. Eso ya es para todos. Otra cosa es decir que algo es objetivo y ya objetivo lo será, eso, para todos.
La razón es sólo un contexto -racional- y no cuarenta mil, con sus propias reglas, de las cuales nosotros no podemos escoger unas sí y otras no, cambiándolas de un día para otro; o huir de esas reglas para, luego, pretender analizar algo -aunque ¿con qué se analizaría, con razones o con tonterías privadas?-.

"Esto es un lío relativo" dice otro; pero si lo ha dicho él, ¿no será él el verdadero lío o relío? No, no se puede utilizar la razón para decir que el comer es "relativo" mientras que para otro no y para otro sí -todo dentro del contexto racional-; porque se confunde, se manipula, se tapan o se deterioran las reglas por las cuales cada cosa es una realidad innegable. Sólo se manipula con la confusión -con la razón no se manipula porque... ya está ahí- y lo hacen intelectuales ni más ni menos, intelectuales -o los que se pasan por ellos- que son los que han manipulado siempre -al estar en los medios de comunicación e incidiendo en los poderes fácticos-. El nazismo no lo promovieron cuatro carpinteros, esto está bien claro, sino esta gente, o esa parte que a manipular se dedica.

NOTA.- La realidad -porque no sea por nosotros manipulable- no puede tener algún término adherente primordial sino el de "absolutamente": un ser humano es absolutamente un ser humano, un "concepto X" es absolutamente un "concepto X". Por principio-base de la razón, por principio de distinción para que una cosa no sea igual a otra; ya que una cosa no es absolutamente igual a otra cosa -que no sea ella misma-. Por eso, una cosa es absoluta, porque no es sino ella misma, un elemento no restrictivo en eso en la realidad. Una opinión - "la luna no existe" o "la Tierra es cuadrada"- es válida emocionalmente -subjetivamente, por capricho emocional-; pero no en el contexto racional.

domingo, 29 de marzo de 2015

LA COHERENCIA

Si buscas -quieres conocer- o utilizas un tipo -una maneraforma, etc.- de agua en el mundo, por muy lejos que vayas para eso, lo que utilices, será agua; si utilizas -para convivir, para comunicarte, para referenciarlo- un tipo de ser humano, vayas a donde vayas, en coherencia es un ser humano; si utilizas un tipo de argumento racional, vayas a donde vayas, ha de ser racional: esa es la coherencia.
Claro, ser coherente no es una conveniencia o un informar o un establecer “lo que me parece”, sino es un estar siempre “en unas mismas reglas de juego” -para dar constante ejemplo de responsabilidad y de sensatez-, o sea, es el utilizar siempre la realidad con la razón aunque, además, seas sensible; aunque, además, tengas hábitos culturales o costumbres; aunque, además, tengas ideales o pasiones.

Eso es así contra la confusión, porque muchos hablan de tipos o maneras de mujer para concluir en lo que no es una mujer; si tú hablas de un tipo de “mujer”, sea quien sea, tú estás hablando solo de “mujer”, y por nada puedes separarte -para cualquier justificación emocional- de que estás hablando -al fin y al cabo- de “mujer”.

Lo que hables, cierto, ha de ser compatible con los hechos, no solo con tus emociones; porque si tú hablas de un “tipo de verdad” -o de razón-, tú estás hablando de “verdad” ante todo, no que por ser “un tipo” -o una forma- ya deja de ser verdad.
Así, en tal contexto de la coherencia, si tú hablas de “mi verdad” ante todo estás hablando de la “verdad” -lo que ha de tener una compatibilidad o se remite a los hechos-.

Y, por sobreentendido, la coherencia es racional -o ética que está dentro de lo racional-; no se puede decir -utilizando o aplicando otras reglas de juego en conveniencia- que tienes “una coherencia ideológica”, “una coherencia religiosa” o “una coherencia pasional” para eximirla de lo racional y, así, por tal vía libre a “todo vale”, justificar cualquier aspecto evidentemente subjetivo; por lo que es una seudocoherencia. Lo primero es lo primero, y la coherencia base u objetiva es el utilizar por constancia la realidad con la razón, antes que con lo que se cree, se rumorea, se transmite interesadamente por grupos o corporativismos, se sospecha por prejuicios o se imagina.

Si tú estás hablando de tipos de información rigurosa con los hechos, sin irte a los cerros de Úbeda, tú estás hablando -para que no seas incoherente- de información rigurosa con los hechos, sea cual sea la etiqueta que a gustos se le ponga.