lunes, 19 de diciembre de 2011

LA COHERENCIA


Si buscas -quieres conocer- o utilizas un tipo -una maneraforma, etc.- de agua en el mundo, por muy lejos que vayas para eso, lo que utilices, será agua; si utilizas -para convivir, para comunicarte, para referenciarlo- un tipo de ser humano, vayas a donde vayas, en coherencia es un ser humano; si utilizas un tipo de argumento racional, vayas a donde vayas, ha de ser racional: esa es la coherencia.
Claro, ser coherente no es una conveniencia o un informar o un establecer “lo que me parece”, sino es un estar siempre “en unas mismas reglas de juego” -para dar constante ejemplo de responsabilidad y de sensatez-, o sea, es el utilizar siempre la realidad con la razón aunque, además, seas sensible; aunque, además, tengas hábitos culturales o costumbres; aunque, además, tengas ideales o pasiones.

Eso es así contra la confusión, porque muchos hablan de tipos o maneras de mujer para concluir en lo que no es una mujer; si tú hablas de un tipo de “mujer”, sea quien sea, tú estás hablando solo de “mujer”, y por nada puedes separarte -para cualquier justificación emocional- de que estás hablando -al fin y al cabo- de “mujer”.

Lo que hables, cierto, ha de ser compatible con los hechos, no solo con tus emociones; porque si tú hablas de un “tipo de verdad” -o de razón-, tú estás hablando de “verdad” ante todo, no que por ser “un tipo” -o una forma- ya deja de ser verdad.
Así, en tal contexto de la coherencia, si tú hablas de “mi verdad” ante todo estás hablando de la “verdad” -lo que ha de tener una compatibilidad o se remite a los hechos-.

Y, por sobreentendido, la coherencia es racional -o ética que está dentro de lo racional-; no se puede decir -utilizando o aplicando otras reglas de juego en conveniencia- que tienes “una coherencia ideológica”, “una coherencia religiosa” o “una coherencia pasional” para eximirla de lo racional y, así, por tal vía libre a “todo vale”, justificar cualquier aspecto evidentemente subjetivo; por lo que es una seudocoherencia. Lo primero es lo primero, y la coherencia base u objetiva es el utilizar por constancia la realidad con la razón, antes que con lo que se cree, se rumorea, se transmite interesadamente por grupos o corporativismos, se sospecha por prejuicios o se imagina.

Si tú estás hablando de tipos de información rigurosa con los hechos, sin irte a los cerros de Úbeda, tú estás hablando -para que no seas incoherente- de información rigurosa con los hechos, sea cual sea la etiqueta que a gustos se le ponga.

martes, 22 de noviembre de 2011

EL BENEFICIO IMPRESCINDIBLE DE LA EXAGERACIÓN


Valorar una cosa significa engrandecerla -DARLE IMPORTANCIA, pero no quitarle importancia-; o sea, DEFENDERLA contra la infravaloración, contra el menosprecio: protegerla.
Y eso ha sido siempre posible mediante la idealización o EXAGERACIÓN de lo que, con razones fundadas, es bueno o es un buen valor. Claro, cuando uno de verdad ama, sobredimensiona ese sentir, lo exagera; cuando uno tiene un único amigo, lo exalta exagerando en que no tiene siquiera defectos, es decir, lo exagera.

También la religión conduce a darle -no evitando la exageración-, a cualquier adorador de un dios, cualidades divinas que, evidentemente, se exageran. Además, cada uno, por defender a su hijo, dice que es "el mejor"; y, por defender, a su madre, dice que es "la mejor"; y, por defender a su perro, dice que es "el mejor".

Conque defender cualquier valor bueno o ético es, asimismo, idealizarlo o darle ya tanta importancia que sobrepasa lo que de vulgar o lo que de cotidiano -realmente- posee. Y eso es muy legítimo, además de muy imprescindible.

A ver, en todo decir humano puede existir UN EXAGERAR LA MENTIRA o UN EXAGERAR LA VERDAD considerando que, por mucho que se exagere la mentira -que es la base-, no deja de ser mentira -he ahí el error- y, por otro lado, por mucho que se exagere la verdad -una verdad: un valor ético-, no deja de ser verdad -he ahí el acierto o su legitimidad-.

Por eso, siempre cualquier verdad se ha energizado así -se ha protegido- para que reciba las máximas atenciones posibles, porque -en beneficio seguro- prevalezca o porque sobreviva frente a sus incontables obstáculos.

El error siempre empieza desde la base, desde una base irracional -o mentira- que se exagera gratuitamente, implantando confusión o desconocimiento en el entorno.

sábado, 29 de octubre de 2011

RECONOCIMIENTO DE LO QUE ES

Todos los seres vivos inevitablemente vayan a donde vayan perciben la realidad, pero en su extensión no la misma realidad -por ejemplo, un pez no con respecto a un pájaro-.
Sin embargo, todos y en concreto los de cada especie siguen a un modelo percibiendo la realidad, esto es, los seres vivos que constituyen una especie reciben de la realidad lo mismo aunque no quieran, con plena objetividad y con plena demostración(*).

Un árbol cualquiera recibirá de la realidad luz, una dosificación de nitrógeno, potasio, fósforo y oligoelementos, agua y dióxido de carbono siempre, de forma regular; aunque, claro, se diferenciarán de otro árbol esas intensidades que asimila de tales esencias o partes de la realidad para que, así, salvaguarde la individualidad existencial o, para todos, el principio de diversidad.
Por eso, nada cambia en el fondo -en cualidad-.

El ser humano, en su último eslabón de la evolución, funcionará en su esencia como la primera célula que hubo en la Tierra: nada cambia, excepto formas posibles que "sustentan" el movimiento de todo, formas que garantizan -a su vez- que nada cambie.
Sólo las formas cambian... hacia otras posibles -o consecutivas-.

Es un error el que se diga que un ser humano no percibe lo mismo que otro, por razón de que percibe lo mismo biológicamente -en cualidad- y conceptualmente todo lo que tenga una definición física directa: río, montaña, árbol, luna, luz, piedra, etc.

¡Ah!, por supuesto, lo que varía más es lo que vive intensamente de algo -en la experiencia, por medio de ella-.

Los seres humanos, de la realidad física, comparten casi el cien por cien de los conceptos (y de los genes casi... casi son los mismos de un animal a otro, o sea hay diferencias, pero no tan enormes) y sólo en la realidad social es en donde se diferencian con subjetividad porque, como es lógico, sólo en lo social un ser desarrolla su psicología, es decir, la formación de "pareceres" comunicativos, de partidos -que siempre atienden a lo emocional o a la idealización-, de gustos o de caprichos en cuanto a que, en la comunicación, los seres vivos ahí están más que nunca frente a frente, autoafirmándose o compitiendo sistemáticamente porque prevalezcan, sí, como individualidades de acción. La subjetividad es un fruto o una consecuencia social, no biológica.

Por lo tanto, lo subjetivo es, ante todo, un "elemento diferencial" pero que nace del compartir primero (del hecho social), producido o añadido porque se defiendan sin duda ideas-utopías, o seducciones ante otros.
Es algo extraesencial, que no está nunca fuera de eso que se llama sociabilidad o sugestión social o complicidad social, de intención humana partiendo de lo social siempre.

Y, en eso, no debe imponerse, como ahora, ya ocupándose de la realidad como un "yo ante ti" que "me vendo mejor con éstas intenciones o con ésas", en beneficio de una proliferación de religiones individuales que cierran las puertas al proyecto común que respeta mejor objetividades o hechos u obviedades reales en la vida o en la sociedad, que ya estaban antes de ser maltratadas en el presente por la subjetividad de turno, o sea, que ya estaban antes de la subjetividad.
Pues, cuando el ser humano percibía también instintivamente como los demás animales, entonces, el agua era agua, el fuego era fuego y la tierra era tierra.

Cierto, es comprensible, está fuera de quicio decir "La realidad depende de mi religión particular, de mi cabezonería" y, además, como imposición o utilizando medios o recursos públicos que sencillamente no están en sensatez para eso, para eso, sin demostración, como... paranoia.
Es la realidad social la que sí depende de unos agentes sociales que todos, individualmente, pueden ayudar o no. Esa es la que puedes cambiar tú.

Si el ser humano quiere construir algo, bueno, al momento se verá obligado a recurrir a principios objetivos, esto es, extraídos sólo de la naturaleza y estarán fundados en un orden racional (el orden irracional, por el contrario, siempre está provocado por la intención egoísta -de conveniencia- humana): común para todos.
Por ejemplo, construir una casa (ahí, eso es, no te sirve que te guste Maradona).

Al afrontar el Sida, ahí, lo subjetivo racionalmente está molestando en la manera de que se han de usar preservativos contra lo subjetivo de la religión, contra lo subjetivo de la costumbre, contra lo subjetivo del gusto personal o del "me parece" o "le gusta a los míos o a los de mi partido", en fin, contra lo subjetivo de lo mínimamente subjetivo.
Al igual, si una persona tiene gangrena, o bien se extirpa lo gangrenado o no hay nada que hacer, ante todos, quieran o no quieran, bailando o tumbándose al sol, eso es.

La muerte por hambre de miles de niños no, no es algo subjetivo ni puede arreglarse subjetivamente, ni sirve lo subjetivo aun en un principio para conocer el problema, ni puede arreglarse sin eliminar casi todo lo subjetivo, claro, sino el hambre en verdad es algo real que sólo con medidas de acción reales -y planteadas previamente con rigurosa factibilidad-se evitará; es decir, no se salva ni se salvará con lo subjetivo, ni con la prisa del gusto, sino ante todo con el objetivo absoluto o infinitamente absoluto -o más si lo hubiera- de "dándoles de comer", ni más ni menos.

Sí, lo subjetivo debería servir para distraer a nuestro ego, en claro, contra el aburrimiento, contra la monotonía, contra la depresión, para el juego -que causa placer y está bien-, para que lo social se unifique –convenciendo subjetivamente- mediante gustos particulares que cualquier sociedad debe de tener en cuenta para que sea lo más atractiva, participativa o democrática, para sentir experiencias emocionales que se comparten, para que se estimule la convivencia y la persuasión, para ayudar incluso -con tal persuasión- a que algo objetivo lo entienda alguno o "un cerrado de mollera" o un censurador de tal o cual medio de comunicación, etc.

Por ello, para respetar el Medio Ambiente no ha de proponer cualquiera "Esto es relativo, vamos de juerga...,vamos a hacer cada uno lo que nos parezca o lo que nos venga en gana", nunca, sino con criterio se ha de considerar primero lo objetivo, estrictamente lo objetivo muy ya por encima de lo subjetivo.
Teniendo en cuenta que lo subjetivo, lo que atiende a valores individuales y al mismo tiempo dependientes de una moda, es solamente algo subjetivo, personal, pero nunca... "relativo"; conforme a que, para que la realidad -aun la realidad individual- fuera "relativa", tendría que depender de algo extrarreal para que haya una visión distante o de referencia, no racional, no estable en el ámbito de la razón, y no es así: la realidad sólo depende de sí misma o, por principio, de la acción real que pueda hacerla.

Si no hay acción de comunicación, no habrá comunicación; si no hay acción de justicia social, no habrá justicia social.

Las tan recurridas perspectivas sólo pueden concebirse como recreaciones personales -necesarias socialmente- o subjetivas o que buscan o que ayudan a una objetividad, pero éstas no pueden extrapolarse como inherentes al terreno de la objetividad; ya que una perspectiva se fundamenta en la existencia de un punto fijo, el cual no existe nunca ni siquiera subjetivamente, puesto que el ser humano no puede ni podría aislarse como elemento de la realidad y a su vez estar determinando toda la realidad, sino está haciendo realidad como todos sus elementos que interactúan o está construyéndose -nunca solo- de realidad sin que pueda condicionar eso ni evitarlo -y ya, en cambio, la perspectiva considerada erróneamente como objetiva, pretende condicionar la realidad o darla como ajena o manipularla-. El establecer un punto fijo determina toda la realidad a esa fijación en su concepción, por eso es un gran error.

Como conclusión, el ser humano, no puede imponer un punto de construcción del todo, en tanto que él es un estado de construcción que sigue en coherencia con este estado más que con él mismo.
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(*) Un sistema perceptivo no es porque sí, sino que atiende a una lógica que lo sustenta; así, el ser humano percibe por algo, con una causa y proceso, siguiendo a un modelo que comparten todos los de la misma especie.
Un peral no percibe lo que le da la gana con respecto a otro peral, sino lo que corresponde a leyes naturales o con una sincronía por ser "semejante" a los otros perales, es decir, para que sea peral debe tener unos denominadores comunes de percepción con respecto a los de su misma especie, con respecto a los que en cualidades físicas comparten o tienen lo mismo.
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NOTA.-
Una persona puede negar que respira por una intención escéptica o por una intención egoísta o por una intención... demente; pero, al momento que en verdad esa intención es real, es decir, que esa persona se queda intencionadamente sin respirar algunos minutos, deja de negarlo eso su verdadera intención de fondo y de práctica, su intención sin exhibicionismo, la puramente existencial.
El escepticismo no existe en el fondo; sólo existe como voluntad exhibidora e hipócrita -para llamar la atención-, pues nadie considera en la práctica una piedra para comérsela, ni una vida para no amar, etc. Es decir, nadie es absolutamente escéptico sino, cuando ya lo es en algo, por fastidio o como protesta, manifiesta que está harto o lo es de todo.
Todas las personas apoyan cada minuto que viven verdades absolutamente comunes (antiescepticismo en el fondo, porque ahí no impera el derrotismo en mantener una coherencia o la hipocresía o el chulerismo intelectual).

domingo, 2 de octubre de 2011

LA VENTA DE UN PRODUCTO PSICOLÓGICO:
La inteligencia emocional.


Según sus postulados, tienen inteligencia emocional quienes son muy activos y además controlan sus emociones. Bien, lo primero es que hay confusión, pues los que controlan sus emociones son “personas con una capacidad para eso”, solamente, ya sean activas o no sean activas, ya sean extrovertidas o ya sean introvertidas (además, para que haya un control emocional, debe haber mucha “vida interior” muy ordenada o introversión y esto, a su vez, impide tanta actividad emocional exterior o extroversión).
Pero, para vender mejor tal producto psicológico, añaden que “son lo que se adaptan bien”; sí, así es, van a conveniencia atribuyéndoles “todo lo bueno” porque todos vean que el lema o el efecto de ese producto es muy bueno y aun irrenunciable para la sociedad: “son los que hacen el amor mejor”… pues, ¡como controlan y dosifican las emociones!, también lo harán en ese contexto.
Sin embargo, el fondo del error es más grave en cuanto a que van clasificando, ramificando una y otra vez lo psicológico sin más, en prejuicios. Claro, los que tienen una virtud –ser cariñosos o amorosos- no es forzosamente porque tengan inteligencia emocional, no, sino porque poseen esa concreta capacidad que no restringe o no impide o condiciona cualquier otra capacidad de inteligencia.
La inteligencia, sí, es algo ya propio de todos los seres humanos y toda, absolutamente toda, es emocional en cierto grado “personalizado”, no clasificatorio; puesto que, si la inteligencia se clasifica –sin fundamento- en magnitudes de emocionalidad, eso da cabida a que las razas –como portadoras de inteligencia o que conllevan inteligencia- también pueden ser clasificadas –con esa misma licencia- por definición de ser unas más o menos emocionales.
El asunto es muy serio y lo aclararé aún mejor: No se puede decir que un grupo de personas –bajo unos lemas mejores de atribución- sea inteligente, no, sino que solamente una u otra persona –particularmente por sus capacidades- es inteligente; al igual, no se puede decir que un grupo de personas sea emocional o imaginativo, no, sino que solamente una u otra persona –particularmente por sus capacidades- es emocional o imaginativa.
No se puede asentar tampoco una inteligencia positiva COMO PREESTABLECIENDO PRIVILEGIO –ya de antemano- para un grupo de personas y justificarlo en algo injustificable o irracional; por ejemplo, en que “los que tienen inteligencia positiva son los que son extrovertidos”. No, porque millones de personas que han sido introvertidas han sido muy positivas –o constructivas si así se entiende-, en la introversión o introspección que han dado a su obra creativa. Pues no se puede crear o construir el bien sin una gran dosis de introversión, y tampoco sin una gran dosis de rebeldía –o rechazo a una adaptación forzosa o no libre en conciencia o pasiva-. Así es. Todo es necesario, pero no pueden imponerse preesquemaspara que se sobreprotejan- de diseñados grupos teóricos, con los cuales se consigue un dirigismo –no libre- psicológico. Y otro aspecto es reforzar capacidades “buenas” de una forma personalizada o de alguien en concreto, siempre a modo de apoyo emocional –o a un existente carácter emocional que todos tienen, sea el que sea-.
Por último, los que defienden este "porque sí", van buscando la justificación interesada o adecuada a su arbitrariedad, por lo que -por solo pensar en sus beneficios- no aceptan la racionalidad o la desprecian no demostrándola.
Sí, buscan uno u otro truco: "es que es una manera del decir emocional" -declaran- pero es la única manera válida porque la consideren inteligente, teniendo en cuenta que el "decir emocional" tiene que ser libre porque sea emoción propia o libre y no condicionada; "es que es la única manera válida para mediar en la sociedad" es también una absoluta mentira porque, para mediar, es imprescindible COMPRENDER, algo que es intelectivo (más que emocional, pues la pura emocionalidad -desde que nació su concepto o significado- conlleva espontaneidad e imprudencia) y PERSPICACIA por manejar una situación, algo que es intelectual-imaginativo.
No, no se puede engañar como validez racional; y no pueden ellos, a ultranza, recurrir a todo, al "todo vale" por seguir justificando una sinrazón.
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La manipulación emocional (haciendo creer que se es o no inteligente o que se tienen supuestas capacidades) es la cara más horrible de la historia; y la realizan las ocurrencias de seudoexpertos y de los que dominan.

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Con potenciar cualquier emocionalidad NO HAY UN EFECTO DE UNA MAYOR INTELIGENCIA, ¡nunca!, sino ÚNICAMENTE con la adquisición y evaluación crítica y autocrítica de conocimientos. El arbitrio de afectos o emociones -por muy bonita que parezca la intención- conduce absolutamente siempre a la manipulación; pues ¿a quién hay que darle esos afectos? y ¿a qué o a quiénes no?, es decir, ¿qué regla universal hay ahí para que sea imparcial y no manipulable?
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El "sentir propio" (la SENSIBILIDAD propia) es lo único que diferencia a un ser humano de otro en su concepción libre del vivir o de la misma vida; y, evidentemente, la sensibilidad no es más que la emocionalidad: las emociones. Entonces, si eso se intenta coartar, se coarta su identidad esencial (cuando a un ser humano se le muere su padre, es solo su emocionalidad la que debe realizarse, no la que digan los demás; cuando un ser humano se enamora, es solo su emocionalidad -sin impedimentos- la que debe realizarse, no la que gusta a una "estética" o a unos esquemas inventados -porque son inventados- de control psicológico).

miércoles, 14 de septiembre de 2011

¿Qué es el Sentido Crítico?

Pues la aplicación rigurosa de las reglas racionales a cualquier hecho real y enunciado -que pretende ser cierto- sobre él.

En contrastación o en verificación, ante esa BASE de las reglas racionales, el sentido crítico CUESTIONA todo lo que se dice en la sociedad (donde impera -por orden- el interés mediático, el rumor arrojadizo y el tópico que se fija).

Y lo cuestiona con un PROCEDIMIENTO de imparcialidad, es decir, dando una
prioridad a las mismas reglas racionales sobre lo que uno mismo vaya a enunciar; por lo que aquí, en el procedimiento, es esencial la AUTOCRÍTICA: el DISCERNIR lo que es estrictamente racional de lo que no lo es de tu enunciado, esto es, el percatarte de que tu enunciado -con pruebas y con coherencia- DEMUESTRA racionalidad.

Lema de su aplicación:
- Lo que parece ser cierto -de lo que digan los demás y de lo que diga yo- aún no lo es, será únicamente cierto si se demuestra racionalmente y, además, rebate bien todas las argumentaciones que van en su contra.

Lo que imposibilita el sentido crítico (errores graves):
- Mansetud y obediencia: Porque el sentido crítico requiere imprescindiblemente CONTRAPOSICIÓN
, y no aceptar un valor o hábito de antemano dado como cierto.
- Cuestionar que un ser vivo no sabe verdad, que no sabe la verdad de la realidad: Si eso fuera así, ni un ser vivo, ni uno, podría sobrevivir ni un solo segundo. Puesto que cada ser vivo es una consecuencia directa de la realidad: sabe quién es su madre, qué alimento ha de comer, cuál es su depredador, etc.
- Cuestionar a la misma razón, cuestionar por cuestionar o por fanatismo, la duda irracional: Sí, cuestionar lo ya demostrado, cuestionar que los médicos curen o que una medicina -que lleva siglos curando- cure, cuestionar que los animales no se reproducen, etc. Negacionismo, delirios de negación o exterminar -por paranoia- todas las reglas que haya e instalar, así, en conveniencia alucinatoria un "todo vale".

martes, 16 de agosto de 2011

LAS COSAS ACTÚAN DE UNA FORMA SOLO E INTEGRAN ESE CONTEXTO EN DONDE ACTUÁN


Las cosas sobrellevan unos principios, unas interacciones y un desarrollo. Son porque se ha permitido que sean. No son fijas porque en el fijismo no se determina ser algo -que conlleva movimiento o cambio-, por ello el fijismo es imposible, no existe. Lo que existe es porque integra algo, consiste en algo y porque actúa en algo, sucede, ocurre: es un hecho.

Algo "que es un modo de actuar" no está libre de su existencia particular, no es "para sí solo", no es fijeza privilegiada que sustenta un neto "para sí", ni sustenta aún menos "un nada". Las cosas son existencias "comoquiera que sean" interactuando, en las formas que sean, unas u otras, o sea, rigen maneras de existir, combinaciones posibles; y no pueden prescindir nunca de ellas, puesto que de ellas resultan o son consecuencia.

Nada se transforma en una forma desde y con la nada, sino desde y con "algo ya existido"; por lo tanto, permanecen esencias de ese "algo existido" (procedencias), es decir, siguen existiendo -de otras formas en sus permanentes esencias-. Y esas formas determinan o sustentan la acción, desde luego, la existencia, el ser que actúa en un presente; porque un ser no puede existir sin actuar en su forma última: la existencia es presencia(1), actuación.

Ahora bien, aparte, el ser humano mide formas, pero no mide esencias -éstas no se pueden medir pues muchas son leyes mismas, principios irreductibles-. Sí, "todo fluye", pero es siempre "algo", al fin y al cabo, lo que fluye -quiero decir, el todo es también "algo", que el ser humano para su comprensión lo divide en "algos"-.

Bien, el ser humano opina sobre las formas que hay, las decide para construir convenientemente más cosas "con las mismas materias primas de la realidad", las aprueba y las desaprueba -las excluye- ; por eso dice que son "variables" -pues las son- y "manipulables" porque las manipula él mismo en emociones con respecto a unas capacidades concretas, a lo que salga. Esto es, él es un integrante de la realidad y también -¿cómo no?- interactúa para posibilitar unas formas. Sintetiza "su modo" como lo hace una planta con la luz del Sol por ejemplo o, más ampliamente, del entorno.

Sí, "todo pasa", pero siempre a través de un camino del medio que existe, eso, de una forma; y un "algo" pasa y pasa en sucesivas formas que se derivan unas de otras. Cada una de ellas es asimismo posibilidad y, por haber sido ya posibilidad, existe ya como posibilidad o capacidad misma de la realidad. Más aún: la realidad no excluye nada que exista, ninguno de sus elementos y ninguna de sus formas, por eso ninguno de ellos es prescindible, sino absolutamente imprescindibles, así es, que no se pueden restringir, que no se pueden... negar; porque irremediablemente intestan -o median- como la base del todo.

No están para los caprichos de la negación; y no puede salir cualquier asno por ahí negando lo que le parece y vendiendo, con muchos recursos públicos, que a él le sigan, que sigan a la negación, sí, a ver qué pasa.


(Cualquier cosa sólo puede ser una forma que precedentemente le ha hecho, no dos ni tres -por ejemplo, el ser humano no puede actuar como ser humano y como perro-; pues bien, eso ya es una condición definitoria, de la cual siempre depende.)

viernes, 7 de enero de 2011

LA IMPOSICIÓN

Se necesita poco entendimiento para tener en claro que únicamente otro u otros te pueden imponer algo -contra tus propias decisiones- desde un poder social superior al que tú mismo tienes; es así, exactamente así, puesto que te ves obligado a “aceptar” o a aguantar algo por la fuerza, ya sea por mera supervivencia o ya sea por un digno bienestar cuando, esa imposición, se te utiliza a modo de acoso presionando tus propias libertades en restricción de la racionalidad.

Luego, sólo y nada más puede imponer lo predominante (las costumbres, las leyes, las modas, etc.) y quienes poseen recursos de presión (económicos, mediáticos, políticos, religiosos, patrióticos, etc.) que otro, que no los posee, no los puede eludir o que no los puede vencer ni con los valores éticos ni con la capacidad del convencimiento libre o con la sensatez en suma.

Y está expresado sin que se le imponga a nadie; como el expresar que realmente el Sol sale por el Éste pero, si crees que se te impone esta realidad, pues sácalo por el Oeste y, así, no se te impone y te pones lo antirreal.
No más engaños, no más manipulación, quienes están alineados -en protección y en beneficios- en uno de esos poderes de presión -no ejercidos sólo por el convencimiento- sí imponen en evidencia desde todo el poder de tal alineación; pero no quien está fuera en un uso prioritario y exclusivo de la racionalidad.

Ya dije en otra ocasión que mis detractores -esos- son tan miserables éticamente que, hasta para insultarme, son estúpidos y apestan a cobardía.

Uno, un violento colombiano, con los tornillos flojillos de eso que llaman cerebro, me dijo que yo le imponía mis demostraciones; pues bien, sí, éstas se difunden en Internet -que para eso es de todos- sin alguna alineación de poder por mi parte, sin apenas recursos por mi parte, sin marketing ni mecenazgos, sin privilegios grupales, sin padrinos ni apoyos de influencias por mi parte, sin “peloteos” por mi parte y -lo más importante- sin alguna cerrazón o intolerancia por mi parte para aceptar -ya directo al grano- “lo que se demuestra” o lo que se prueba contra lo que hago o contra lo que digo.
Por supuesto, se difunden así, con la absoluta libertad en cualquiera para decidir conocerlas, para contactar conmigo -ya que para eso existe el bloqueo del “correo no deseado” o la expresa o sencillota advertencia del... decírmelo, que es fácil, como rascarse la nariz-.
Además, la publicidad del tan importante conocimiento -no lucrativo- ha existido durante toda la historia, y es nada más que dignamente necesario.

Aunque, claro, a bastantes, a los que imponen sin escrúpulos -desde el poder de una alineación acosadora de prejuicio o sinrazón- intolerantemente les molesta todos esos que les exigen que respondan a sus errores o nada más les molesta que les frenen tener poder; por lo que, de inmediato, a jauría mental, a gran perversión, atacan a lo personal del otro que ama la vida “no miserablemente ética o inhumana” diciéndole que es un ignorante, un rudo, un paria o ya un inferior a su clase mental podrida. Eso sí que lo saben hacer en sinrazón, en egolatría y en crueldad.

Cada uno sólo es lo que es capaz de demostrar en hechos y en coherencia racional; y lo demás son trucos para destruir.


José Repiso Moyano
http://delsentidocritico.blogspot.com/